Te lo juro... Palabra de Honor

Parece que ha desaparecido esa expresión ¿no?

"Te lo juro por Díos", "Palabra de Honor", "Por mi madre", etc...

Recuerdo de pequeño que era algo que usabamos a menudo cuando querías que otro confiara ciegamente en tí. Y eso hacías. Si alguien había dicho esa fórmula mágica sabías que antes de traicionarte se caería el mundo.

Además no se decía gratuitamente, sabías incluso que era pecado, pero el compromiso que se contraía en ese momento era más importante y como no entendiamos por qué iba a ser pecado usar el nombre de Díos en vano o usar a tu madre para ello pues lo asumias.

Cada vez que hecho la vista atrás comparando los comportamientos de mis hijos y sus compañeros con los de mi infancia me doy cuenta de la profunda crisis de valores que tenemos hoy en día.

Lo peor que me podían decir entonces era "Se lo voy a decir a tus padres que sé quien eres". Eso era una sentencia directa que sabías que al llegar a casa ibas a tener que pagar. Incluso decir que algo era pecado ya echaba para atrás, creyeras más o menos. Sabías que nada te iba a salir gratis.

Parece que una cosa y la otra han ido ligadas, la falta de respeto hacia los demás ha ido ligada a la falta de respeto a nosotros mismos, a cumplir con nuestros compromisos y la facilidad para cambiarlos.

En la actualidad con las nuevas formas de comunicación es más fácil dejar tirada a la gente: No me vale que me avises 5 minutos antes de un cambio de planes por cualquier chorrada que se te haya ocurrido. Antes si habías quedado ibas. Quedabamos al lado de una cabina de teléfono para llamar a casa del ausente y enterarnos de la trágica noticia de la espera. Estaba claro que había algun motivo insoslayable y normalmente era ratificado por alguno de los padres que cogian el teléfono.

Ahora incluso conozco alguno que teniendo esos medios a su alcance con el Whats App  por ejemplo no sólo no avisa, si no que incluso se jacta de que le salten a otro los doble check azules para manifestar dos cosas:

1. Lo he leido
2. Paso de tí

Ante esa falta de respeto ante padres, profesores, amigos, cuerpos de seguridad, jueces, y podría seguir así hasta el infinito ¿Qué se puede esperar?

Nuestra falta celo por conservar la palabra y aumentar las excusas y echarle la culpa a otros es básico para explicar nuestra crisis de valores, mucho peor que la económica, y ha hecho que en la actualidad los políticos nos traten como gilipollas, buscando palabras ambigüas para poder justificar sus cambios de decisión y pisotear la palabra dada. ¡Qué gran invento para ellos lo "políticamente correcto"! Es el refugio perfecto para su desfachatez ya que está bien decir cualquier cosa diciendo siempre lo politicamente correcto y ya otro que entienda lo que quiera porque no puedo decir otra cosa.

Las últimas negociaciones en Colombia y el premio Nobel a Santos dicen mucho de la locura reinante. Sólo hacer una búsqueda en Internet para encontrar relatos que parecen de historias completamente distintas dependiendo de lo que interese al medio en cuestión.

Entonces ¿Qué podemos hacer?

• Si puedes da tu palabra, cúmplela y exige que otros hagan lo mismo.
• Deja de echar la culpa de tus males a la suerte o a otros, busca el fallo en tí o evitar las situaciones que puedan dañarte.
• Comprende que sólo el respeto mútuo es el cimiento válido para forjar relaciones de confianza en todos los ámbitos. La confianza rota tiene dificil arreglo y pasa por el perdón (que hay que pedir)
• Protesta cuando no se cumpla lo acordado en cualquier término: un contrato, una reunión, cualquier acuerdo... Las faltas de compromiso no deben quedar sin protesta y castigo en su caso. Exige lo que corresponda sin vergüenza. No hace falta el odio, simplemente ser firme pidiendo que se cumpla un acuerdo.

Esto no es todo lo que se puede hacer y me ofrezco a ampliar la lista de consejos con vuestros comentarios. Ya iré poniendo alguna anecdota mía a la hora de reclamar. En general sueles ganar, y si no te sales con la tuya siempre, al menos no sale gratis la falta.

Si estás a favor de todo ello, pon tu granito de arena y empieza a formar montaña.

Un saludo.